El inicio de septiembre trae consigo una oleada de fervor patrio que se siente en cada rincón de la histórica ciudad de Antigua Guatemala. Con el comienzo del mes de la Independencia, las calles se transforman en un vibrante mosaico de azul y blanco, reflejo del orgullo nacional que embarga a los guatemaltecos.

Desde los balcones decorados hasta las banderas ondeando en las fachadas de los edificios, la celebración del mes patrio es palpable en cada esquina. Los colores de la bandera nacional se exhiben con orgullo, creando un ambiente festivo que une a los ciudadanos en conmemoración de su independencia.
Los emprendedores locales juegan un papel crucial en esta celebración. Comerciantes como Carlos Alexander Cutx, originario de Mazatenango, Suchitepéquez, han hecho del comercio de banderas una tradición anual.
Cutx, quien lleva 15 años vendiendo banderas en Antigua Guatemala, señala que el rango de precios varía entre Q10 y Q75. Las banderas están disponibles en diferentes tamaños y formatos, desde las que se colocan en los vidrios de los vehículos hasta las que se izan con una asta de madera.
El auge en la venta de estos souvenirs de símbolos patrios alcanza su punto máximo el 14 de septiembre, cuando la ciudad recibe la antorcha de la independencia. Este evento atrae a una gran multitud de visitantes que contribuyen al incremento en la demanda de banderas y otros artículos conmemorativos. Aunque este año, quizá sea un poco diferente debido al reciente comunicado del director departamental de Educación, quien advirtió que la comunidad estudiantil no tiene autorización para participar de la tradicional Carrera de Antorchas.

El fervor patriótico que inunda Antigua Guatemala cada septiembre decora la ciudad y fortalece el sentido de identidad y unidad entre los guatemaltecos. Los esfuerzos de comerciantes como Cutx destacan la importancia de mantener viva la tradición y el orgullo nacional, celebrando así un legado de independencia y unidad que sigue siendo relevante para todos.
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