Si eres observador te habrás dado cuenta que en el anverso de la moneda de Q1.00 (un quetzal) está plasmado en el centro el Escudo de armas. Pero si eres aún más observador y tienes buena visión, notarás que en el pergamino se encuentra la leyenda que dice «Libertad 15 de setiembre de 1821»; vuelve a leer… ¡Así es! Dice «setiembre», no septiembre.

Si tienes más monedas a la mano, notarás que todas tienen impreso el escudo nacional en el anverso, y que por lo tanto en todas se lee lo mismo. Pero ¿por qué en el Escudo Nacional está escrita de tal manera la leyenda en el pergamino?
Resolvamos con esta pregunta: ¿Por qué «setiembre» y no «septiembre»?
Aunque no es tan fácil de explicar, se debe a la evolución del idioma español en la historia y su uso influenciado por los modismos regionales.
La Real Academia Española (RAE) considera válido el uso de ambas formas, pero es más común en su escritura y fonética “septiembre”1. En algunas regiones de habla hispana, posiblemente aquellas en las que se entremezclan idiomas indígenas, se facilita el debilitamiento articulatorio de la «p» debido al movimiento natural fisionómico, conllevando a su supresión o, en otras palabras, conlleva a su elisión.
Unos ejemplos de este fenómeno lingüístico son:
- «No hay» pronunciado como «n´hay» (nuay);
- «Verdad», pronunciado como «verdá», entre otros.

Si has leído el libro «Platero y yo» de Juan Ramón Jiménez, notarás que en varios capítulos hace uso de la elisión lingüística:
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…; pero fuerte y seco por dentro como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
—Tien’ asero…
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Fragmento del Capítulo I. del libro Platero y yo
De la pronunciación a la escritura
En el español, los sonidos se representan con grafías o letras, a estos sonidos también les podemos llamar fonemas. Pero, sabemos que no se emiten los mismos sonidos, palabras y expresiones en todas las regiones de habla hispana y en todos los tiempos históricos. A esto le podemos llamar variantes del idioma o diferencias diatópicas.
La ortografía del español se halla unificada y fijada2 desde hace muchos siglos con la base del latín y la influencia griega siendo consolidada a medida de su uso y a lo largo de los siglos. La ortografía se inspira siempre espontáneamente en el sistema fonológico de cada lengua; así, por ejemplo, la adopción del alfabeto o la invención de las primeras grafías para el griego responden a la fonología de las respectivas lenguas.
Con la creación de la imprenta y la difusión de los libros durante el Renacimiento, sucedió la fijación del léxico y la morfología de las distintas lenguas neolatinas, el criterio alfabético de la ortografía sirvió para unificarla y dar soluciones a los fenómenos fonéticos y lingüísticos.

Así que, en otras palabras, «Setiembre» era una forma de hablar y escribir en aquel tiempo en que el Escudo de Armas fue creado por el grabador suizo Juan Bautista Frener, y decretado como símbolo nacional el 18 de noviembre de 1871 por el presidente Miguel García Granados3:
«El centro será cubierto con un pergamino, que contendrá la siguiente leyenda en letras de oro: Libertad 15 de setiembre de 1821»
Fragmento del Decreto N.º 33 del 18 de noviembre de 1871
Actualmente hay regiones de diversos países de Latinoamérica, Perú y Uruguay por ejemplo, en que el uso más común es con la elisión de la «p».
¿Cómo acostumbras a decir «setiembre» o «septiembre»?
- ¿Es válido usar «setiembre» en lugar de «septiembre»? | Duda lingüística | Real Academia Española (rae.es) ↩︎
- Eugenio Coseriu: La evolución de la lengua española ↩︎
- Decreto N.º 33 del 18 de noviembre de 1871 ↩︎
Lee más a continuación…