¿De quién es la tarea de educar?

¿Crees que la educación es la clave para transformar la sociedad? ¿eres maestro/a? Al parecer, hemos delegado la tarea de educar a nuestros hijos a otras personas, hemos cedido la oportunidad de acompañar el desarrollo de las nuevas generaciones a un grupo de personas (docentes, directores y al sistema educativo en general) y nos hemos olvidado de la responsabilidad de educar.

Esta es una historia: Cuando mi hija tenía 6 años, tuve la mala idea de darle un celular, con el paso de los días se fue enganchando de la tecnología; yo con el corre, corre diario, no lo noté inmediatamente. Hasta que pasado un año dejó de leer los 32 libros que leía. Hoy, después de 8 años, no ha logrado alcanzar su récord personal y su concentración ha disminuido. Lamento mi negligencia como madre por no haberle aportado algo positivo en su vida y fomentado la pasión por las letras, que sé, que aún tiene y que sus maestros en el colegio habían iniciado.

Entonces, pienso que la educación, para que suceda, para que sea exitosa, tiene que ser un trabajo de todos. Todos debemos ser parte de los procesos educativos, no solo de nuestros hijos, de todos los que están a nuestro alrededor. La educación exige una actividad de involucramiento colectivo que permita distribuir la responsabilidad entre todos los actores en la vida de los niños, para alivianar la carga y que sea más fácil conseguir el éxito, descubrir oportunidades o facilitar las condiciones para que la educación suceda. La corresponsabilidad de la educación significa que esta puede suceder desde cualquier trinchera, desde las aulas, en la casa, en el deporte, en las redes sociales, en la radio…

Te invito a pensar ¿cuál es tu rol para fomentar la educación? Aunque no tengas hijos, aunque no seas maestro de profesión. ¿Qué pasaría si todos en el mundo dejaran de cumplir su función para incentivar la educación? Dejaríamos de ir a la luna, de desarrollar aplicaciones de los juegos más divertidos, de curar enfermedades, de solventar problemas sociales, de facilitar procesos humanos y más.
Pero, si adoptas la corresponsabilidad de la educación, entonces puedes empezar a pensar en cómo te gustaría que las nuevas mentes se formen para ser los futuros médicos, ingenieros, químicos, empresarios y/o políticos que van a dirigir el país en un futuro cercano.

Si adoptas la corresponsabilidad de la educación, dejarás de pensar en el salón de clases como el único modelo, donde un maestro dicta un tema y los niños escuchan y toman nota, y al finalizar la unidad recibes la tarjeta de calificaciones esperando resultados del estudiante y del docente también.

En cambio, si hay algo en el mundo que está sucediendo y no te gusta, como el cambio el cambio climático, el gobierno, las condiciones sociales, la cultura, por ejemplo; el trabajo que viene para hacer cambios invita a dejar el individualismo y trabajar en equipo ¿Cómo? abriendo las puertas de las escuelas para que la comunidad (padres, autoridades locales y comunales, asociaciones, empresarios, deportistas, profesionales y activistas) se integren para co-crear una visión para la educación y derribando los muros invisibles de la comunidad para recibir y enseñar a las nuevas mentes todo el aprendizaje acumulado desde la experiencia y la academia.

Entonces ¿educar es una tarea exclusiva de los maestros? No, ni exclusiva de los padres. También de los jóvenes, de los profesionales, de los atletas, de los bomberos, de los influencers, de los cantantes, de los tíos, de los pilotos, de las autoridades. Para concluir la historia, el método que he iniciado en casa es una lectura mínima (pocas páginas) por las noches, ambientada con música instrumental después de cenar y, además, le he incentivado para que inicie un voluntariado donde pueda apoyar a chicos más jóvenes y adultos a aprender a leer y escribir. Ya veremos cómo avanzamos.

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